Anoche tuvo lugar en el salón de actos del Centro Médico Teknon una mesa redonda centrada en uno de los grandes retos actuales en la atención a las personas con Enfermedad Inflamatoria Intestinal (MII): la coordinación entre la sanidad pública y la privada. El acto reunió a profesionales de referencia de todo el Estado y contó con una nutrida asistencia tanto presencial como online.
Todos los participantes pusieron el foco en las necesidades del paciente. “La medicina privada está perdiendo sus características de rapidez y seguridad, lo que perjudica a los enfermos”, afirmó el dr. Ignacio Marín (Hospital Gregorio Marañón).
Los ponentes coincidieron en una realidad creciente: muchos pacientes transitan entre ambos sistemas sanitarios a lo largo de su proceso, a menudo sin una continuidad clínica garantizada. «A veces se produce falta de comunicación entre profesionales, duplicidad de pruebas e inexistencia de una historia clínica compartida, y esto puede generar descoordinación y afectar negativamente al seguimiento de los pacientes», alertó la Dra. Elena Ricart (Hospital Clínic de Barcelona).
La necesidad de protocolos compartidos
Ante esta situación, se propuso la creación de protocolos de derivación unificados, la sistematización de los informes clínicos, la organización de sesiones conjuntas y la implantación de una historia clínica única compartida. También se insistió en la importancia de la formación continuada en el ámbito privado y en la necesidad de que los tratamientos avanzados puedan administrarse siempre en condiciones de máxima seguridad, independientemente del tipo de centro.
Desigualdades de acceso y barreras aseguradoras
Los profesionales señalaron que las limitaciones de la sanidad privada a menudo dificultan el acceso a exploraciones complejas o fármacos biológicos, esenciales en muchos casos. En estos casos se acaba derivando el paciente a la pública, lo que “puede convertirse en un vía crucis”, según explicó el dr. Esteve Saperes (Hospital General de Catalunya), mientras que el dr. Miquel Sans (Centro Médico Teknon) insistió en que ambas partes «deben facilitar lo máximo posible» la atención conjunta.
Por otra parte, el dr. Marín defendió que los centros privados deberían poder acceder a una acreditación específica para garantizar unos estándares mínimos de calidad, equiparables a los exigidos por GETECCU en la pública. En este sentido se pronunció también el presidente de ACCU Catalunya, Ricard Pons, quien añadió una nueva capa al debate: «Hay que garantizar también el equilibrio territorial y asegurar que las unidades especializadas en EII sean próximas a todos los pacientes, vivan donde vivan».